Los sentimientos son expresiones de nuestra mente y estos se originan en nuestro sistema de creencias, es decir, en el “deber ser” de cada uno que resulta ser individual, ya que todos abordamos la vida desde ese sistema de creencias.

Por eso lo que para unos es maravilloso, para otros no lo es; lo que para unos es una decepción, para otros es una bendición.

Y así nos vamos yendo por la vida culpando a los otros de nuestros sinsabores, responsabilizándose por lo que nos pasa y sufriendo por lo que los otros hacen y dejan de hacer.

Ahora, como ya sabemos que son los sentimientos, vamos a empezar a trabajar en no complicarnos la vida por ellos; vamos a dejar de tomar decisiones por lograr la aprobación de los demás y vamos a empezar a desensibilizarnos conscientemente para tener una vida más próspera, saludable y feliz.

El primer paso para hacerlo es comprender los siguientes puntos:

  1. Todas las personas son responsables por sus decisiones y sus resultados, nada tiene que ver conmigo.
  2. No soy responsable por lo que los otros piensen de mí, cada uno lo hace de acuerdo a su deber ser.
  3. Mi felicidad no depende de nada ni de nadie, esta tiene que ver con la forma con la que yo abordo la vida.

El segundo paso es darte cuenta que tu vida la construyes con cada pensamiento, decisión y acción.

Lina Marcela Botero