Desde lo que he verificado en mi vida, hoy sé que la espiritualidad no esta relacionada con ritos, ni con religiones, ni mucho menos con creencias; es una forma de vivir la vida donde cada ser humano es parte fundamental de este planeta y cada uno de nosotros tiene una función que nos permite evolucionar.

Por eso quiero resaltar estas palabras que leí hace algunos años en la web, porque resuenan profundamente con lo que yo estoy convencida de lo que significa la espiritualidad:

“La espiritualidad es mirar a tu vecino y comprender que su mal humor es causa de su dolor, y no sentirte ofendido.

Espiritualidad es que las cosas no salgan como tú deseas y aceptar que así ha de ser para tu aprendizaje.

Espiritualidad es hacerte responsable de tus circunstancias, es no creerte la víctima, es no culpar a nadie de lo que te sucede.

Espiritualidad es vivir en la alegría, o en el silencio, o en el bullicio, o en la tormenta, o en la luz, o en la oscuridad, vivir lo que la vida te propone, sin pretender que sea otra cosa.

Espiritualidad es comprender que si te enfermas, no solo hay que atender los síntomas físicos, sino también ver que emociones no estás gestionando, y atender que lo que hace tu cuerpo es mandarte un mensaje.

Espiritualidad es caminar disfrutando de cada paso del camino, independientemente de lo que te suceda. 

Es atender las emociones sin identificarte con ellas.

Es cuidar tus pensamientos y tus palabras. 

Es ser coherente y mantener la autenticidad en todos los ambientes y en todas las circunstancias.

Espiritualidad es abrazarlo todo. Es amar el mundo tal y como es, con todo lo que contiene. Sin juzgarlo, sin quejarte, sin poseer.

Espiritualidad es compartir, es estar en paz.

Es dejar que cada uno viva como le plazca.

Es comprender que nada es real y que, a la vez, hay que ser impecables a la hora de jugar la partida de la vida”

Espiritualidad también es reconocer que tenemos un profundo propósito de Amor y éste consiste en aprender a lograr nuestra paz interior con cero resistencia a lo que nos pasa, también aprender a ser felices por nosotros mismos y a servir incondicionalmente en todo momento, en todo lugar y con cualquier persona.

Para eso estamos en este planeta y mientras seamos conscientes de ello, empezaremos un entrenamiento de respeto, valoración y gratitud que cada vez nos traerá resultados más satisfactorios y nos hará de verdad unos SERES ESPIRITUALES.

Lina Marcela Botero